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Elegir el empaque adecuado para tus productos no es solo una cuestión estética: es una decisión estratégica que impacta la satisfacción de tus clientes, la reducción de tus costos operativos y la reputación de tu marca. Un empaque bien seleccionado protege tu mercancía durante el transporte, minimiza las devoluciones por daños y transmite profesionalismo.
Índice
Entendiendo que cada producto tiene necesidades específicas de embalaje, preparamos esta guía para ayudarte a tomar la mejor decisión y garantizar que tus envíos lleguen en perfectas condiciones.
El empaque cumple varios roles en tu cadena de distribución:
Seleccionar el empaque correcto requiere que analices diversos factores que se complementan entre sí. Cada producto demanda una evaluación personalizada:
Las dimensiones son tu punto de partida. Mide con precisión el largo, ancho y alto de tu producto, considerando cualquier protuberancia o elemento irregular. El empaque debe ajustarse adecuadamente: ni tan grande que desperdicie espacio, ni tan ajustado que dificulte el empaque o comprometa la protección.
En logística se aplica el concepto de peso volumétrico que significa que un paquete muy grande pero liviano puede costarte más de enviar que uno pequeño y pesado. Te recomendamos que si manejas varios productos, consideres estandarizar tamaños de cajas para simplificar tu inventario y agilizar tu proceso.
La fragilidad de tu producto determina el tipo y grosor del material que necesitas. Los artículos delicados como aparatos electrónicos, vidrio o cerámica requieren mayor protección, por eso, es mejor optar por cajas de cartón corrugado de doble o triple pared y usar materiales internos como plástico burbuja, espuma o papel Kraft arrugado para amortiguar impactos. Mientras que los productos resistentes como textiles o libros pueden transportarse en cajas de menor grosor o sobres acolchados.
Ten en cuenta también la sensibilidad a factores ambientales: si tu producto puede dañarse con humedad, incorpora bolsas selladas o empaque con barreras impermeables.
El aislamiento es crucial cuando tus productos son sensibles a variaciones de temperatura. Esto aplica especialmente para alimentos perecederos, medicamentos, cosméticos y ciertos electrónicos.
Para envíos refrigerados, piensa en empaques con geles refrigerantes o hielo seco. El aislamiento también puede referirse a protección contra vibraciones constantes en trayectos largos.
El espacio vacío dentro del empaque es el enemigo de un envío seguro. Los productos que se mueven libremente están expuestos a daños por impacto.
Para el relleno pueden usar materiales como:
La clave está en lograr que tu producto quede firme y sin movimiento, pero sin aplicar presión excesiva. Para probar que haya quedado bien agita el paquete cerrado; si escuchas movimiento interno, necesitas más relleno.
Tu etiqueta o rótulo de envío debe tener:
Ubica tu etiqueta en una superficie plana y visible del paquete.
Los embalajes se clasifican en tres categorías según su función en la cadena de distribución:
El empaque primario está en contacto directo con tu producto. Es la primera línea de protección y, en muchos casos, forma parte integral del producto que tus consumidores adquieren. Por ejemplo, botellas, frascos y cajas individuales.
En e-commerce, el empaque primario sigue siendo crucial para la experiencia de unboxing. Un empaque bien diseñado genera valor y puede convertirse en insumo para influencers o cualquier creador de contenido.
El empaque secundario agrupa múltiples unidades de empaque primario. Facilita la manipulación, el transporte y proporciona una capa adicional de protección. Por ejemplo: cajas de cartón con varias unidades, bandejas termoformadas o estuches que agrupan sets.
Para e-commerce, el empaque secundario es frecuentemente lo que tu cliente recibe. Aquí tienes la oportunidad de crear una experiencia memorable con tu branding y mensajes personalizados.
El empaque terciario está diseñado para transporte a granel y distribución mayorista. Agrupa múltiples empaques secundarios para facilitar el manejo en grandes volúmenes.
Por ejemplo: pallets envueltos en película estirable, cajas máster de cartón corrugado de alta resistencia, contenedores.
Su funciones principales son optimizar tu carga en vehículos, proteger el producto durante tránsitos largos, facilitar la carga con montacargas, estandarizar unidades logísticas y reducir costos.
En Coordinadora, estamos comprometidos con ayudarte a ofrecer la mejor experiencia de entrega a tus clientes. Sigue leyendo nuestro blog para asesorarte en la selección del empaque y tener más consejos logísticos y de e-commerce.
Recuerda: cada peso que inviertes en material de empaque adecuado, cada reclamo que evitas y cada cliente satisfecho, significa rentabilidad y crecimiento sostenible para tu empresa.
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